14-8-2010
Super Copa España, Ida
SEV 3 – FCB 1
Tenía hoy el FCB que cumplir con exigencias impropias del momento, y además en condiciones poco favorables, todo ello a costa de un calendario internacional que ya desde el inicio se ceba con la planificación deportiva azulgrana. Tampoco es que el rival se encontrara en una situación idónea, ya que este torneo, mucho más importante para el Sevilla si se atiende a las ocasiones en la que este club puede acceder a una final, se cruzaba con el menos significativo pero más trascendental cruce de la previa de Champions, en el que una derrota no significa el subcampeonato sino el perderse los ingresos de la más alta competición.
La alineación de salida del FCB había torturado las mentes de los comentaristas en las últimas semanas, como sin duda también entretendría a Pep y Tito hasta el último momento. Muchas eran las combinaciones, pero siempre y en todo caso la formación debía dar entrada a no menos de 4 jugadores debutantes en el equipo, con lo que ello supone de desafío en orden a lograr equilibrio dentro de la complicada máquina del juego culé.
Los finalmente elegidos poblaban todas las líneas a excepción de la delantera. Miño en la puerta, Sergi Gómez bajo el ala de Milito, y Oriol Romeu junto a Jonathan, ambos al cuidado de Seydou. A partir de ahí más normalidad; los laterales eran los titulares, con Alves y Abidal de nuevo juntos, Delante alguna variante, reeditando Maxwell la sorpresiva ubicación estrenada contra el Athletic Club el año pasado, y cerrándose la line-up con Bojan e Ibra, el tándem incompatible de final de temporada. Un equipo talentoso pero con evidentes fragilidades en la zona ancha, donde el Sevilla, precisamente, iba a acumular toda su apuesta. Sorprendía la ausencia de Adriano, pero parecía claro que Pep confiaba más en los automatismos de la cantera antes que en la solvencia y veteranía del brasileño.
Los locales salieron con una formación más reconocible, a salvo de la inestabilidad emocional de Luis Fabiano, que ya puede armarse de valor si se plantea un pulso con el patrón del club andaluz, mundialmente conocido por su firmeza en la negociación con quienes pretenden saquearle el vestuario. Así, Alvarez deseaba evitar fugas en el centro del campo, alineando dos pivotes defensivos (Romaric/Zokora) y tres medicampistas de proyección (Navas, Renato, Perotti), situando al ariete de la polémica como única punta a la espera de las asistencias procedentes del trío. El cierre a cargo de los 4 habituales, a excepción del nuevo fichaje Dabo.
El primer periodo puso encima de la mesa que las diferencias nominales podrían no ser tan acusadas en esta fase de la temporada, momento en el que las cualidades más definitorias del Sevilla CF (anticipación y choque) no están tan trabajadas. Parecía sin embargo, que el toque y el desmarque, así como las ayudas dentro del juego combinatorio, propias del FCB, no se resentían en la misma medida. Los 4 canteranos culés no dieron muestras de estar por debajo del grupo, si bien, los creadores destacaron más en los primeros 25 minutos y los defensores (Sergi y Miño) en la continuación. El partido se inició con un Sevilla abocado a la presión y pertrechado de tres lanzadores ofensivos (Navas, Perotti, Renato). Sin embargo, ni los centrales ni la zona de creación se amilanaron ante el desafío; derivaron hacia las bandas y abrieron protagonismo hacia el Par Abidal/Maxwell y en menor medida Alves/Bojan. Keita vigilaba cualquier fuga dentro de los procesos de despliegue/repliegue, ayudado en ocasiones por el propio Bojan y aun de Ibra.
Trascurridos veinte minutos de progresivo asentamiento, y justamente tras sacar de forma aseada una pelota desde la línea defensiva, la pelota se alojó en la banda izquierda, siendo conducida por Maxwell hasta apurar un centro sobre el punto de penalty donde apareció la bota de Ibra para desviar el cuero junto al corto. Era el minuto 21 y ese cero uno no aparecía en el guión de nadie, pero sí representaba con toda justicia la mayor presencia y aplomo de los azulgrana sobre el campo.
Encajado el gol, el Sevilla comenzó a acusar ansiedad, posiblemente confiado hasta el momento en que el rival no presentaría tanta resistencia. Comenzó a prodigarse en desplazamientos largos sobre las bandas, a la búsqueda de Perotti o Navas, y sólo en algún despiste de la pareja de centrales pudieron traer algún peligro. El juego de paredes en la línea de tres cuartos se conjuró por completo y los disparos desde la frontal que había ensayado Navas en alguna ocasión ya no encontraron hueco.
El arreón sevillano no tuvo demasiada continuidad desembocando en un desenlace plácido para el primer periodo, con juego repartido y sin incidencias. El FCB dispuso alguna oportunidad en la bota de Maxwell tras una asistencia en contra golpe de Dos Santos (33), pero también pudo empatar el Sevilla tras un centro desde la derecha al que no llegaron ni Renato ni Luis Fabiano (39).
Pero en la segunda parte cambio la historia. El Sevilla salió convencido de que si el título podía quedarse en casa era a base de creer en sus tradicionales argumentos. Se acercó al área a riesgo de algún contra golpe, pero el balance acabó decantándose a su favor.
Pep, quizá pensando que el trabajo más importante estaba hecho, dejó al equipo sin referencia ofensiva (52), colocando a Messi en tres cuartos, y atascando irremediablemente el juego hacia el centro, confiado en la habilidad del rosarino. A partir de ese momento, Bojan y Maxwell dejaron de aparecer si no fue por su cuenta y riesgo, ya que Leo sólo avanzaba en dirección al marco y sin atender lo que pasaba alrededor.
El declinar azulgrana comenzó a materializarse a la hora de partido. Los lanzamientos al desmarque de ruptura, inexistentes hasta ese momento, empezaron a dar problemas al eje, que había venido gestionando con tranquilidad la línea del fuera de juego. Sin embargo, ya en el 61, Luis Fabiano consiguió habilitarse a centro de Perotti y asentar su posición entre Sergio y Milito, para adentrarse en la grande y cruzar ante Miño, que la tuvo entre sus piernas. Empate y golpe psicológico.
El FCB parecía confiado en la bondad del marcador, pero el Sevilla no estaba por la labor de dejar las cosas así. Dio entrada a Negredo y Kanouté, y una vez conectaron ambos en el campo abrieron el segundo boquete en el marco de un Miño tristemente vendido. Esta vez fue una pelota proyectada sobre la banda derecha, que toma la espalda de Abidal, y donde Negredo progresa centrando al punto de penalty, donde Kanouté acomoda la pelota al largo y por arriba. Minuto 73, llegaba el 2-1 y con él una sensación de total desconcierto en las filas del FCB.
Por si las cosas no eran ya suficientemente complicadas, Pep resolvió un cambio extraño, retirando a Milito y dando entrada a Adriano. El brasileño no mejoró la salida de balón en banda aunque posiblemente sí cerró el camino a Negredo; el problema es que ello fue a costa de descomponer el eje. Justo en la siguiente jugada, escasos segundos después, desplaza el Sevilla una pelota a la banda izquierda de su ataque, allí combinan Navas y Perotti hasta que el argentino envía un centro sobre el palo corto donde aparece Kanouté sólo entre Sergio y Abidal. Así quedó establecido el 3-1 definitivo.
Era el minuto 82 y aún se adivinaban 10 minutos en los que la brecha podría agigantarse. El Sevilla dudaba entre rematar a un rival descompuesto o tomar precauciones ante posibles desgracias, decántandose progresivamente hacia la segunda opción, lo que dio tiempo al FCB a volver a asentar su medio centro, ya con Thiago en el campo, y crear jugadas de peligro mediante juego colectivo. De esta suerte Messi, Bojan y Keita dispararon sobre puerta en situaciones definidas, sobre todo la del primero, que envió alta una pelota desde dentro del área y bien encarado (87).
En definitiva, dos partidos en uno, de lo que sólo se salva el buen desempeño colectivo mostrado en el primer periodo y el gol de Ibra. Para olvidar, la opción de Messi como terminal del juego ofensivo y las maniobras sobre el eje de la defensa. Mirando al lado bueno, en el Estadi se verá un partido con alicientes y otros actores principales, pero se ha perdido una gran oportunidad de dar un espaldarazo a los jugadores considerados suplentes, hoy protagonistas.
Uno por Uno
Miño: Sereno (7). Supo administrar decisiones en al circulación y conjuró alguna oportunidad clara de gol. Vendido en el resto del partido.
Alves: Esforzado (6). Se trataba de sostener un equipo hecho a base de juventud y ello obligaba a Alves a una aportación añadida. Brillante en la primera parte pero desorientado en el caos de la segunda.
Abidal: Bajo (5). Defensivamente desbordado tanto en la banda como en el central. No completó el partido pese a un inicio prometedor.
Sergi Gómez: Nervioso (6). Le tocó la más fea, como lo fue el asumir el puesto más comprometido del equipo. Aun así Pep lo mantuvo todo el partido. Mejor habría sido no perturbarle con el cambio de pareja en los compases finales.
Milito: Irregular (5). Bien al principio pero lento al final. Acabó siendo reemplazado cuando el partido se puso cuesta arriba para los centrales.
Jonathan: Frágil (6). Perdió al choque todo lo que pudo ganar a base de imitar a su maestro Xavi. Aportó una asistencia de mérito a Maxwell pero no está para sostener al equipo.
Oriol Romeu: Despistado (6). Buenos apoyos y ayudas en el primer tiempo y desorientación y anonimato en la continuación.
Keita: Impotente (7). Muchos costurones que cerrar, aún así fue de los mejores del partido.
Maxwell: Extraño (6). Activo en la primera parte, pudo marcar de haber tenido algo de precisión. Pero perjudicado por la entrada de Messi.
Bojan: Cegado (6). Poco compatible con Ibra y aun menos con un Messi empeñado en hacer la suya. Buscó la pelota lejos de su sitio para al menos ayudar al conjunto.
Ibrahimovic: Centrado (7). Su juego fue el de siempre, abrió una lata difícil de perforar y fijó la línea de contención sevillana algunos metros más atrás que lo hiciera Messi. El mejor. Pep sabrá qué tiene contra él.
Sustituciones
Messi: Individualista (5). Su talento no justifica actuaciones como la de hoy. Conviene que se olvide del Mundial cuanto antes.
Thiago: Templado (6). Mejoró a Jonathan en todos los aspectos. Más firme y con mejor visión.
Adriano: Intrascendente (4). Aunque cerró las entradas por su banda demostró carencias ofensivas que lo sitúan por debajo del plantel.
Pep Guardiola: Raro (6). Es el primer día del año, ha tenido que dedicar la pretemporada a improvisar un equipo y además se medía contra un rival en su salsa que debe asumir una previa de champions esta semana. A partir de ahí algunos interrogantes, como la preferencia de Jonathan por Thiago, el cambio de centrales en plena verbena sevillana o la descomposición ofensiva a causa de la inclusión de Messi a modo de embudo cuando Ibra había empezado con buen pie. Ojalá en Barcelona nos calle la boca, como ha hecho otras veces.
Ficha
Sevila CF: Palop; Dabo, Konko, Escudé, Fazio; Perotti, Romaric (Cigarini, min. 46), Zokora, Navas; Renato (Kanouté, min. 64), Luis Fabiano (Negredo, min. 71).
FC Barcelona: Miño; Alves, Abidal, Milito (Adriano, min. 82), Sergi Gómez; Jonathan (Thiago, min. 66), Keita, Oriol Romeu; Maxwell, Bojan, Ibrahimovic (Messi, min. 52).
Gol
0-1 Ibrahimovic, min. 21.
1-1 Luis Fabiano, min. 62
2-1 Kanouté, min. 73.
3-1 Kanouté, min. 82.
Arbitro: Muñiz Fernández (Ast.). TA: Zokora, Dabo, Cigarini; Alves. Sin problemas en las áreas y bien en el fuera de juego. Partido blando y sin fricciones. Notable.
Estadio: Sánchez Pizjuán, 32.000 esp.
RESUMEN EN IMAGENES (Youtube):

2 comentarios:
Yo de Guardiola hubiera hecho lo mismo, apostar por los jóvenes.
Buen inicio de Ibra.
Conclusión: El próximo sabado, todos los titulares en este partido estarán en perfecta forma para remontar la Supercopa.
Si si, pero ese cambio de Milito en el peor momento...
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